En el año 1991 se construyó en COGERSA un vertedero de residuos peligrosos que ya cumplía con los requisitos del Real Decreto 1481/2001.En 1992 se comenzaron a recibir residuos en la primera fase, con una capacidad aproximada de 45.500 m3, colmatándose en junio de 2000. Entre 1999 y junio de 2000 se procedió al sellado de la primera fase y a la actualización y mejoras en la fase II, al mismo tiempo que se realizaron las fases III y IV. En junio de 2000 se comenzó a verter residuos en esta segunda fase. La capacidad total del vertedero es de aproximadamente 600.000 m3, a desarrollar en 6 fases, de las cuales ya se han utilizado tres:
Estructura
Se basa en un relleno volumétrico por terrazas progresivas, cuya elevación crece de 6 en 6 m en las dos primeras fases y de 4 en 4 m en las restantes, la cota de iniciación está en 100 m y la de cierre en 138 m. En la cota 100, se ha procedido a un cierre mediante un muro de tierras arcillosas fuertemente compactadas, que actúa como barrera estática inferior a la masa residual. Cada una de las terrazas que conforman la superficie de vertido están cerradas por sucesivos muros de arcilla compacta. En el fondo de cada una de ellas se encuentra un sistema drenante formado por un lecho continuo de gravas calibradas de espesor medio de 0,5 cm, que vierte lateralmente sobre un conjunto de tubos de polietileno de alta densidad (PEAD) perforados cuya función es recoger y conducir los lixiviados. Los lixiviados generados se almacenan en una balsa revestida de polietileno de alta densidad y según los niveles de metales pesados y resto de contaminantes son enviados a tratamiento en la planta físico-química o por el contrario, si los niveles cumplen los parámetros de vertido, se envían al área de tratamiento de lixiviados.
Protección de las aguas superficiales
Esta protección se consigue mediante:
Drenaje de lixiviados
La red de drenaje de lixiviados está formada por dos líneas principales situadas a ambos lados del depósito que discurren desde la cola hasta el dique frontal. Transversalmente se dispone de una red secundaria de drenaje formada por tuberías ranuradas de PEAD que recorren el depósito desde la zona central hasta los drenes laterales. Además, se han realizado dos chimeneas auxiliares para la posible evacuación de los lixiviados producidos en la fase II. Las chimeneas se encuentran situadas a ambos lados del dique, y están protegidas con material filtrante. Los elementos de seguridad que forman estas redes de drenaje se indican a continuación:
Los lixiviados recogidos por los sistemas de drenaje son conducidos a la balsa de almacenamiento, donde son caracterizados y analizados. En función de los resultados analíticos pueden ser enviados a tratamiento en las diversas plantas existentes, depuración biológica o depuración físico-química, o en ocasiones aprovecharse como agua de proceso en la planta de solidificación/estabilización. Se dispone de un contador para conocer la cantidad de lixiviado producido y el uso dado a éste.
Impermeabilización del vertedero
a) Impermeabilización del fondo de la fase II:
La impermeabilización del fondo de la fase II sobre el sellado y clausura de la fase I consistió en la disposición de una serie de capas paralelas dispuestas de la siguiente forma:
b) Impermeabilización de taludes:
Los taludes laterales de las fases II, III, y IV han sido impermeabilizados con doble barrera de geomembrana de PEAD y capa de drenaje dispuestas de la siguiente forma:
Captación de gases
A pesar de que los residuos depositados en este depósito de seguridad no contienen apenas materia biodegradable, en el sellado de la primera fase se ha dispuesto un sistema de captación de gases en toda la superficie. El sistema consiste en una espina de pez a lo largo y ancho del depósito, mediante un sistema formado por tubería ranurada y material drenante y que termina en una pequeña chimenea. Para el sellado de las fases sucesivas está previsto un sistema semejante.
Residuos admitidos
El depósito de seguridad está diseñado para recibir residuos peligrosos de distintos tipos como son: abrasivos, carbonatos, sólidos inorgánicos, cenizas, escorias, cauchos, asbestos, amiantos, etc.; así como los residuos derivados del tratamiento físico-químico y de solidificación-estabilización realizados en las propias instalaciones de COGERSA, de residuos tales como: pinturas, alquitrán y grasas minerales, lodos inertes, fangos inorgánicos, cromo trivalente. Los residuos admitidos en el vertedero de residuos peligrosos son aquellos que figuran en la resolución de Autorización Ambiental Integrada de COGERSA, de acuerdo con la Decisión del consejo, de 19/12/2002, por la que se establecen los criterios y procedimientos de admisión de residuos en los vertedero.
Descarga de los residuos
Los residuos se reciben en bultos o a granel, pero en cualquier caso sólo son descargados si se ajustan a las condiciones de presentación exigidas en los correspondientes documentos de aceptación. Para garantizar la mínima producción de polvo en la descarga se adoptan medidas como:
El proceso de descarga es supervisado por un operario de COGERSA para cerciorarse de su depósito en el lugar adecuado y que el residuo coincide con el previamente indicado. La descarga de bultos (bidones, big-bags, etc) se realiza con maquinaria adecuada como carretillas telescópicas, pala cargadora, etc. La descarga se efectúa desde la parte superior, adoptándose las medidas pertinentes para que no se produzcan daños en los elementos de protección del vaso.
Disposición y cubrición de los residuos
El jefe de explotación acuerda con el personal del área de residuos peligrosos las celdas previstas a ocupar, de forma que se ocupen sucesivamente las distintas celdas en explotación, realizándose el sellado sucesivo de las mismas. En este sentido se dispone de un sistema informático para el control del llenado del vertedero. La explotación se realiza por niveles de cotas distintas y cuya sección longitudinal está estructurada en celdas de diferentes volúmenes identificados mediante números correlativos según se trate de la parte derecha o izquierda de la mediana central divisoria. Se dispone de dos niveles A y B según sección vertical. Según se van disponiendo los residuos en el vertedero el sistema informático asocia los residuos y sus pesos a las celdas en explotación de forma que se controla el llenado y el avance de la explotación.
Los residuos se depositan en capas dentro del vaso. La superficie del vaso está construida con láminas impermeables que permiten la protección del subsuelo. Los intersticios que quedan entre los residuos, especialmente entre aquellos que se reciben en bultos se rellenan con residuos admitidos como graneles que no presenten incompatibilidades. De esta forma se optimiza el llenado del vertedero, se evita el desplazamiento de los bultos vertidos y se minimiza la capacidad de retención de agua en el vertedero. Los residuos depositados se cubren según necesidades de explotación con una capa de tierras, zahorras u otros materiales (escorias, RCD clasificados, etc.) de unos 30 cm de espesor, por medio de pala cargadora. El material de cubrimiento deberá ser debidamente compactado por la propia máquina. Como la operación de compactación puede no ser factible realizarla diariamente, se cubre la zona afectada con material de aporte hasta que la superficie cubierta y la climatología permitan la compactación.
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