La planta de clasificación de residuos de construcción y demolición (RCD) de COGERSA, cuya construcción ha sido cofinanciada en un 80% por los Fondos de Cohesión de la Unión Europea, entró en funcionamiento a finales del año 2003.
Los residuos de escombros que llegan a esta planta de selección para su clasificación y reciclaje contienen hormigón, tabiquería, piedras, maderas, metales, papel y cartón, plástico, etc.
El proceso se resume en el siguiente esquema:
La instalación cuenta con una cabina de control con una báscula de pesaje, un aparcamiento y zona de espera, la nave de clasificación propiamente dicha en la que se encuentra una cabina de triaje manual y además, diversa maquinaria móvil como pala cargadora, pulpo, trituradora y cribadora. En el interior de la nave se aloja el tromel, diversas cintas de transporte, etc. necesarios para la primera fase de la clasificación. La segunda fase de clasificación se realiza en una explanada del vertedero. Una trituradora móvil tritura el material de más de 150 mm y una criba móvil permite obtener la granulometría deseada. En la fase de trituración es posible recuperar férricos mediante electroimán.
Los residuos recibidos se depositan en el patio de descarga tras una inspección visual de los residuos para descartar la presencia de residuos peligrosos y verificar que el material se corresponde con la especificación que el productor/transportista haya consignado en el documento de identificación de RCD. Una vez descargados en la zona de recepción se realiza una primera clasificación segregando los residuos voluminosos mediante pulpo mecánico.
La planta de selección de RCD se compone de 2 líneas paralelas de clasificación a las que se alimenta el material con una pala cargadora a través de una tolva. Una cinta se encarga de alimentar un trómel antes de que los materiales se sometan a selección manual en dos cintas de triaje.
La cinta transportadora procedente de la tolva de alimentación envía los residuos a un trómel que clasifican el escombro según granulometría, dependiendo del tamiz seleccionado:
Un electroimán segrega el material férrico del trómel depositándolo en un contenedor específico.
Las fracciones superiores pasan desde el trómel, dependiendo de su granulometría, a 2 cintas planas para el triaje manual donde los operarios seleccionan y extraen de la cinta diversos materiales: metales, maderas, papel y cartón, plásticos, etc. Los materiales se introducen en los tolvines de clasificación que descargan en los correspondientes trojeles en los que se almacena cada material hasta su expedición.
Los áridos seleccionados en el trómel o en la cabina de triaje se conducen por las cintas hasta las pilas de salida de material seleccionado, según su granulometría 0-35, 35-150 y mayor de 150 mm. La fracción de áridos 0-35 mm ya clasificada de menor calidad puede emplearse como relleno y asiento de tuberías en zanjas.
Para la obtención de zahorra de alta calidad, la fracción mayor de 150 mm se tritura en una trituradora móvil que posee además un electroimán para la recuperación de metales férricos que se obtienen en su mayoría al fragmentar el hormigón armado. Posteriormente se criba con una cribadora, también móvil, pudiendo obtenerse hasta 3 granulometrías diferentes a demanda del cliente.
Las maderas se trituran en una trituradora móvil y se destinan a la venta o bien a la planta de compostaje.
El plástico, según su naturaleza, se gestiona directamente con el reciclador final, o en el caso de que se trate de envases se envía a la planta de selección de envases existente para la clasificación de residuos de recogida selectiva. De forma análoga, los cartones se envían a la línea de clasificación de papel y cartón. El metal obtenido en las diferentes etapas de clasificación se vende para su reciclaje. Los áridos clasificados y libres de impurezas se almacenan según granulometría hasta su aprovechamiento final como material de obra civil, bien en labores de explotación de vertederos, o bien se vende a clientes.
Los materiales no clasificados en ninguna de las familias seleccionadas, bien por encontrarse en mal estado, bien por no pertenecer a ninguna de las mismas, constituyen el rechazo del proceso de selección que se traslada al vertedero de inertes para su eliminación definitiva o al área de residuos peligrosos, según su naturaleza.
Certificado del control de producción en fábrica de ÁRIDOS (EN 13242:2002+A1:2007)
Declaraciones de prestaciones de áridos reciclados
La gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD) en COGERSA
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